Amor
Nada puede separarnos del amor de Dios. Está en la Biblia, Romanos 8:38-39, "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro".
El amor de Dios es un sacrificio. Está en la Biblia, Juan 3:16, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna".
El amor de Dios es eterno. Está en la Biblia, Salmo 136:1, "Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia".
¿Cómo se describe el amor? Está en la Biblia, 1 Corintios 13:4-7, "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".
Se nos ordena amarnos unos a otros. Está en la Biblia, 1 Juan 2:7-8, "Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra".
El amor no es sólo para los amigos. Está en la Biblia, Mateo 5:43-44, "Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen".
La ley de Dios se resume en el amor. Está en la Biblia, Mateo 22:37-40, "Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas".
El amor a Dios se demuestra guardando sus mandamientos. Está en la Biblia, 1 Juan 5:3, "Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos".
No permita que el amor a Dios se debilite. Está en la Biblia, Apocalipsis 2:4-5, "Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido".