Madurez
La madurez espiritual empieza con lo básico, pero se profundiza en entendimiento. Está en la Biblia, Hebreos 6:1, "Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento de arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios".
La madurez espiritual es un proceso que toma tiempo y deja atrás nuestros propios deseos. Está en la Biblia, 1 Corintios 3:1-4, "De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?"
La madurez espiritual pone a un lado las cosas de la niñez. Está en la Biblia, 1 Corintios 13:11, "Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño".