Salidas con amigos especiales y el sexo
¿Qué debe evitarse cuando se sale con los amigos especiales? Está en la Biblia, Romanos 13:13, "Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia".
Las salidas con los amigos especiales no deben incluir relaciones sexuales. Está en la Biblia, 1 Corintios 6:13, 18, "Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca".
Manténgase puro. Está en la Biblia, 1 Juan 3:3, "Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro".
Para evitar ofenderse uno mismo, los deseos y la actividad sexual deben someterse al control de Dios. Está en la Biblia, 1 Tesalonicenses 4:3-5, "Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios".
Si usted ya ha ido demasiado lejos físicamente, ¿qué debe hacer? Primero, reconozca su pecado. Está en la Biblia, Salmo 51:2-4, "Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio".
Segundo, Pida perdón por su pecado; Dios dice que usted puede comenzar de nuevo. Está en la Biblia, Salmo 51:7-12, "Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en mí, Oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí".
Tercero, Crea que Dios en verdad lo ha perdonado y abandone todo sentimiento de culpabilidad. Está en la Biblia, Salmo 32:1-7, "Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño. Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de varano. Mi pecado de declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él. Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás".